"Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza; contra tales cosas no hay ley." (Gálatas 5: 22-23)
Estuve buscando diferentes referencias sobre los frutos del Espíritu para aclarar algunas dudas de lo que son esos frutos. Jesús nos advierte que "por sus frutos los conoceréis" (Mateo 7: 16). Veamos cuáles son esos frutos y cómo se manifiestan en la vida de un creyente.
Sabemos que desde que recibimos a Jesús como nuestro Salvador personal, el Espíritu Santo entró a morar en nuestras vidas. El Espíritu trabaja en nosotros para que con nuestras actitudes podamos reflejar la vida que Jesús vivió estando entre nosotros. Pero para que esos frutos puedan ser evidenciados en nuestras vidas, debemos ser obedientes y receptivos a la Palabra de Dios.
1. Amor: Este amor es uno abundante, continuo, fiel, santo, humilde, generoso que procede del gran amor que Jesús siente por la humanidad. Es un amor sin condiciones y que incluye a nuestros enemigos.
2. Gozo: Esto no es una alegría que surge cuando la cosas nos van bien. El gozo del Espíritu es un sentimiento y una convicción de victoria. Queremos compartir con los demás las grandes cosas que Dios está haciendo por nosotros.
3. Paz: Es una paz que nos ofrece un ambiente de tranquilidad y quietud. Cuando sabemos que Dios tiene el control de la situacion, no nos desesperamos y comenzamos a buscar soluciones basadas en la voluntad de Dios. Es una paz indescriptible que solo podemos experimentar cuando tenemos al Espíritu Santo.
4. Paciencia: El Espíritu nos capacita para no reaccionar de manera agresiva o con resentimiento cuando repetidamente nos están ofendiendo y atacando de diferentes maneras. También la podemos ver cuando decidimos esperar por el momento de Dios sin desesperarnos ni tratar de "ayudar" a Dios para que sus planes se adelanten.
5. Benignidad: Se manifiesta en un deseo de ayudar a las demás personas y buscar un espíritu de unidad. Responde las agresiones de manera pacífica y sutil.
6. Bondad: La bondad surge cuando tenemos una vida consagrada a Dios. Buscamos la justicia y la verdad y nos enfocamos en las virtudes que tienen los demás en lugar de los defectos (sin ser ingenuos).
7. Fe: La perseverancia que nos ayuda a mantenernos firmes en el Señor. Le creemos a Dios y lo obedecemos.
8. Mansedumbre: Es una actitud de humildad. Estamos dispuestos a realizar tareas "pequeñas". Somos serviciales con las demás personas sin importar quiénes sean. No nos despreciamos a nosotros mismos, sino que sabemos y reconocemos de dónde Dios nos ha sacado y nos identificamos con los demás para tratar de comprender sus situaciones particulares.
9. Templanza: Esto es el dominio propio. Lo que nos ayuda a dejar atrás a la vieja criatura y mantenernos firmes en Cristo. Esta templanza nos ayuda a hacer morir los deseos y pasiones carnales. Resistimos la tentación.
No podemos olvidar que tenemos una condición humana y estamos propensos a pecar y a dejar de dar frutos en ciertos momentos. Cuando eso ocurra, el Espíritu Santo nos convencerá de pecado e inmediatamente le pedimos perdón a Dios y continuamos con nuestra vida cristiana.
Espero haberles dado un poco más de luz al respecto. Comentarios y sugerencias son bienvenidos.
Dios nos continúe bendiciendo.
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