sábado, 30 de agosto de 2014

Científico pierde su empleo por ser cristiano

La misma ciencia confirma la creación.  La teoría darwnista sigue perdiendo fuerza. 

Presiona el link para ver la noticia completa.

Científico pierde su empleo por ser cristiano

En tus manos encomiendo...

Si te sientes frustrado con Dios, es muy probable que hayas estado esperando una respuesta muy particular de parte de El que nunca llegó.  Cuando esto ocurre debemos analizar cómo fue nuestra oración ante El y con qué propósito.  Si oramos para darle instrucciones a Dios de lo que debe hacer estamos perdiendo el tiempo.  ¿Qué nos puede hacer pensar que sabemos más que El?  Si nosotros mismos no pudimos resolver un problema no tiene sentido que le digamos a Dios cómo debe resolverlo.  Si fuésemos tan sabios no tendríamos que pedirle nada a Dios.

Cuando nos acercamos a Dios debemos hacerlo con la seguridad de que El sabe lo que necesitamos.  También debemos hacerlo con humildad reconociendo nuestras debilidades y aceptando el consejo del Espíritu Santo para poder seguir la voluntad de Dios.  Nadie dice que es fácil seguir a Dios.  Hay muchos retos y murallas que debemos ir derribando según vamos avanzando en el camino de Dios.  Precisamente para eso está el Espíritu Santo, para ayudarnos a alinear nuestra voluntad con la de Dios, pero debemos dejar que las cosas fluyan a su ritmo.  La carne, la sociedad y el diablo ejercen presión para que pensemos que nosotros mismo podemos resolver nuestros problemas.  Y si tuviéramos que pedirle algo a Dios que sea lo que yo quiero y como lo quiero.  Demás está decir que el propósito de esta estrategia es que dudemos cada día más de Dios.

Todo esto comienza con un mal concepto de Dios.  Desde pequeños nos han enseñado que cuando tengamos un problema oremos para que Dios lo resuelva.  Pero con el tiempo nos damos cuenta de que no necesariamente Dios responde nuestras oraciones como esperamos.  Dios siempre nos ha ayudado a lo largo de nuestras vidas.  Si no lo crees, examina tu pasado y mira cómo has podido sobrellevar tantas situaciones que en un momento dado pensabas que no ibas a poder.  Aquí el asunto es que tenemos que tener claro que nosotros somos parte de la creación de Dios y, como tal, no podemos ser más grandes que el Creador.  El sabe las necesidades que estamos enfrentando y está dispuesto a ayudarnos y a darnos provisión.

Pidámosle a Dios con humildad y si no entendemos por qué Dios esta permitiendo algo, oremos al Espíritu Santo para que nos fortalezca.  No tratemos de entender las razones por las que Dios hace las cosas, tratemos de aceptar que todo lo que Dios hace es bueno.

Recomiendo el siguiente link para más detalles:

Hace muchos años una maestra nos enseñó la siguiente oración que comparto para que la hagan suya.

"Padre, en tus manos encomiendo mi cuerpo, mi alma y mi espíritu.  Hágase en mí tu voluntad y no la mía en todas las horas del dia y de la noche. Amén".

domingo, 24 de agosto de 2014

Experimento de racismo

Solo vean este video.  Es sorprendente como los niños se ven así mismo tan solo por el color de piel.  Queda en evidencia que el racismo no tiene sentido.


sábado, 23 de agosto de 2014

Un mensaje más efectivo

Cuando decidí aceptar al Señor, lo hice convencido de que estaba tomando la decisión correcta.  No fue el ir al infierno lo que me hizo tomar tan importante decisión sino que entendí el significado de la muerte de Jesús y lo que logró con eso.  Pude sentir que debí haber sido yo quien debió haber muerto, pero el amor de Dios que trasciende todo me salvó de esa condenación.

La Biblia no dice las consecuencias que hay por no creer en el infierno pero sí por no aceptar a Cristo como Salvador y Señor.  Ciertamente creo en la existencia del infierno, pero me parece que se alcanza más vidas testificando a través de nuestra vida, evitando juicios contra los que no piensan como uno, sembrando la semilla del evangelio en el corazón de las personas y orando para que el Espíritu Santo haga germinar esa semilla.

Como cristianos es bueno y necesario conocer las verdades de la Biblia, incluyendo la existencia del infierno.  Pero, ¿qué salva al ser humano? ¿Creer en el infierno o aceptar a Jesús como Salvador y Señor?  Permítanme aclarar algo antes de que digan que el que cree en Jesús tiene que creer en el infierno.  Dios mira el corazón de las personas.  El sabe quién lo busca de corazón y, no se preocupen, Dios hará lo necesario para ajustar la vida y el pensamiento de las personas conforme a su voluntad.

Como hacer una cruz de papel

A continuación un video demostrativo de un niño explicando cómo hacer una cruz de papel.

Materiales:
1. Papel
2. Tijera

Dios les bendiga.



viernes, 22 de agosto de 2014

Anímate

¿Te sientes desanimado(a) en este día?  Recuerda que el Espíritu Santo está obrando a tu favor.  Tenemos muchas razones para mirar al cielo y dar gracias a Dios.  La vida en esta tierra es temporera, sacúdete y levántate.

Estás viviendo un nuevo día en el cual puedes dar testimonio de las cosas buenas que están sucediendo en tu vida.  No tenemos que decir ni una palabra para dar testimonio.  El simple hecho de tener la convicción de que el Espíritu Santo mora dentro de nosotros, nos hará reflejar el mundo que Dios es real.

Por más difícil que parezcan las circunstancias, el amor y la gracia de Dios nos cubre para que podamos sobrellevar nuestras cargas.  No te desanimes de lo que el mundo nos haga.  Nuestra redención se acerca.

Esforcémonos y seamos valientes.

miércoles, 20 de agosto de 2014

El propósito de Dios...Tercera Parte (Hacia dónde vamos)

Cuando pensamos en irnos de viaje comenzamos los preparativos con varios dias, semanas o meses de anticipación.  Una de las principales tareas que hacemos es preparar nuestro itinerario, pues queremos aprovechar bien el tiempo.  A lo largo del camino puede que el itinerario se vea afectado y haya que cambiar de planes.  Pero el propósito principal, que es el de disfrutar, lo tenemos bien en mente.  

¿Sabías que estamos a punto de irnos de viaje? A diferencia de un viaje de vacaciones en el cual salimos y luego regresamos, en este viaje no habrá vuelta atras.  Es nuestra decisión escoger el lugar en donde estaremos eternamente.  Quienes deseamos estar con Dios eternamente tenemos que empezar a hacer los preparativos.

Todo comienza cuando aceptamos a Cristo como nuestro Salvador personal.  Nuestros pecados son perdonados y nuestros nombres escritos en el libro de la vida.  Ahora que hemos dado ese paso y recibido tan alegre noticia, nos toca compartirla.  La forma de hacerlo y el itinerario lo prepara Dios, nosotros somos sus instrumentos.  Una vez terminada nuestra misión aquí en la Tierra, nos veremos cara a cara con Jesús y seremos recompensados por lo que hicimos. Ya el período de transición ha pasado.  Bienvenidos a la vida eterna.  Una vida sin más dolor, ni mas llanto, ni pena.  Y lo mejor de todo es que estaremos para siempre ahí.  Ahora que podemos ver con claridad el resultado de nuestro sacrificio ¿Qué son 100 años comparado con una vida eterna de gozo y paz junto al Señor.  ¿Verdad que ahora tiene sentido todo lo que hacen los misioneros, todo el esfuerzo de las distintas iglesias cristianas buscando incansablemente que otros conozcan a Cristo?  Sí, todo tiene mucho sentido.  Hay una razón de ser detrás de todo este asunto.  Seamos parte del esfuerzo que está haciendo Dios a través de la iglesia para que todos podamos estar unidos como una gran familia en la casa del Padre.

Cuando tenemos claro hacia dónde vamos nuestra esperanza se mantiene firme y nuestro deseo de evangelizar aumenta.  Dejamos de pensar tanto en las cosas terrenales y comenzamos a mirar a Dios pues sabemos que todo lo que tenemos en esta vida es pasajero.

Nosotros que hemos conocido a Cristo tenemos la responsabilidad de seguir su voluntad.  La vida tiene muchas cosas de las cuales podemos disfrutar mientras estamos aquí.  Pero es importante tener nuestras prioridades en orden.  Tenemos familia, trabajo y necesitamos tiempo de ocio y distracción pero no olvidemos nuestra meta principal: obedecer a Dios y cumplir con la gran comisión.

Ahora que sabes de dónde vienes, en dónde estás y hacia dónde vas...¿Cuál es tu decisión?

jueves, 14 de agosto de 2014

El propósito de Dios...Segunda Parte (Dónde estamos)

Luego de la caída del ser humano, la comunión perfecta con Dios se perdió.  Dios tuvo que echar fuera del paraíso a Adán y a Eva y tuvieron que enfrentar todas las consecuencias.  Sin embargo, a lo largo de toda la Escritura podemos ver cómo Dios sigue buscando restablecer la comunión con las personas, con nosotros.  Había un plan preparado para volver a traer de vuelta al ser humano.  Tan es así que Jesús fue enviado para reconciliarnos con Dios dando su propia vida y echando sobre El el pecado que debimos haber pagado nosotros.  De más está decir que lo logró exitosamente.

Ahora nos encontramos en un período de transición.  Jesús nos reconcilió con el Padre y ahora nosotros tenemos la responsabilidad de llevar la buena noticia y traer a más personas a los pies de Jesús.  Es por eso que vemos tantas personas comprometidas dejando atrás sus intereses personales y dedicando su vida al Evangelio.  Su misión especial es impactar la vida de las personas informándoles de las nuevas noticias de la salvación.  Se espera que de igual forma nosotros impactemos la vida de otros.  Vemos tantos misioneros que dejan sus comodidades.  Se nos hace difícil imaginarnos haciendo lo mismo porque aún no hemos internalizado hacia dónde vamos luego de esta vida.  

Aunque no somos de este mundo, aquí vivimos y tenemos que aprender a vivir adecuadamente.  Dedicar nuestra vida a Dios no significa que estaremos enajenados de todo lo que el mundo puede ofrecer.  El Espíritu Santo nos capacita para que discernamos lo que podemos hacer y lo que no debemos hacer.  A través de nuestro testimonio podemos impactar vidas aun cuando estemos envuelto en alguna actividad secular.  El asunto es que debemos tener cuidado de que el mundo no nos entretenga.

Ese entretenimiento no es lo que hacemos para distraer nuestras mentes en ciertos momentos.  Me refiero a todo aquello que nos puede acaparar y entretener de tal forma que los asuntos de Dios no tienen lugar en nuestras vidas.  Ejemplos: a) Alguien que invierte más tiempo en el trabajo que en la familia con la excusa de que es por ellos que trabaja tanto; b) personas que comparten demasiado con la amistades que nos quitan el tiempo para ir a la iglesia; c) personas que van a la iglesia con el único propósito de hacer relaciones públicas; d) cuando sustituímos el tiempo que debemos dedicarle a Dios en otras cosas y no vemos nada malo en ello, etc.

Hay que tener nuestras prioridades en orden.  ¿Es posible poder mirar a Dios y renunciar a nuestros intereses personales? ¿Tiene eso sentido?  ¿Es la vida tan corta que tenemos que aprovechar el tiempo al máximo? ¿En verdad podemos disfrutar aquí en la Tierra? Todas esas preguntas tienen respuestas afirmativas pero para poder hacer eso tenemos que tener claro que estamos en un período en que nuestra responsabilidad es ser instrumento de Dios para traer almas a Cristo.  Fuimos salvados por El y no podemos quedarnos con la salvación para nosotros solamente.  Hay que compartirla.  Nuestro comportamiento natural cuando recibimos una buena noticia es compartirla con alguien.  Si no hemos dado el paso de compartir lo que Dios ha hecho con nosotros, tal vez sea que aún no comprendemos el resultado glorioso de la muerte y resurreción de Jesús.

Tal vez has pensado que perderíamos el tiempo si dedicamos toda nuestra vida a Dios.  Piensas en todos los sacrificios que tendríamos que hacer y que llegaremos a viejos y viejas sin haber disfrutado y aprovechado todo lo bueno que hay en la Tierra.  Humanamente es normal pensar así.  Todo este dilema se soluciona cuando tenemos claro hacia dónde vamos.

En la tercera y última parte de esta serie analizamos lo que nos espera más allá de esta vida.

Dios protege a Israel

¿Estará Dios protegiendo a Israel como en los tiempos del Antiguo Testamento?

“La mano de Dios desvió un misil hacia el mar”, cuando el Domo de Hierro falló dice funcionario israelí (click para ver noticia)

jueves, 7 de agosto de 2014

El propósito de Dios...Primera Parte (De dónde venimos)

¿Se te ha hecho difícil entender cuál es la voluntad de Dios en tu vida?  Ciertamente Dios tiene muchos planes en la vida de cada uno de nosotros pero hay uno en común que nos aplica a todos.  Es nuestro deber reconocer ese propósito y entenderlo para así poder vivir una vida en abundancia, alcanzando nuestras metas personales sin dejar de llevar a cabo el propósito de Dios.  De esta forma tendremos una mejor visión que nos ayudará a confiar más en Dios y fortalecer nuestra fe.

El propósito de esta serie de tres reflexiones es que podamos entender lo que Dios espera de cada uno de nosotros y comenzar a vivir una vida consagrada a Dios y restablecer la comunión que El tanto anhela tener con nosotros.  Para ello, debemos tener claro tres cosas: de dónde venimos, dónde estamos y hacia dónde vamos.  

El propósito de Dios...Primera Parte (De dónde venimos)
Para entender de dónde venimos tenemos que remontarnos al tiempo de la creación.  Dios tuvo la idea de crear al ser humano a su imagen y semejanza.  ¿Por qué? El propósito de Dios para esto era y es tener una comunión directa con el ser humano, relacionarse directamente con nosotros, proveernos todo lo que necesitamos y que vivamos en paz y gozo por los siglos de los siglos.  

A pesar de todo lo bueno que Adán y Eva tenían, se dejaron seducir por la serpiente y desobedecieron a Dios.  Esto trajo unas consecuencias en aquel tiempo que aún estamos enfrentando.  Con la llegada del pecado al corazón humano, la comunión con Dios se perdió y, como Dios es santo, tuvo que tomar la decisión de echarnos fuera del paraíso.

Aunque la Biblia no lo menciona, estoy seguro de que Dios le tuvo que haber advertido tanto a Adán como a Eva que tuvieran cuidado con la serpiente.  Esta es una mera especulación de mi parte.  Puede que no le haya advertido, pero de seguro ambos estaban bien equipados para hacerle frente a cualquier tentación.  Existe la controversia de quién fue el más que pecó, si Eva porque se dejó convencer de la serpiente y llevó al "pobre" Adán a comer del fruto prohibido o Adán que no tuvo el valor de enfrentar a Eva como se suponía.  Pero eso es harina de otro costal.  Aquí lo que importa es que ambos pecaron contra Dios a sabiendas, como todos nosotros.

¿Hizo Dios a la primera pareja débil para que cayera en maldad y expulsarlos del paraíso?  Dios no le puso una trampa a Eva ni ella fue la carnada para que Adán pecara.  Todo lo contrario,  Dios sabía muy bien que estaba la serpiente esperando la oportunidad de tentar y engañar tanto a Adán como a Eva.

Cuando Dios creó al ser humano ya todo el resto de la creación existía.  A ellos no les faltaba nada y hasta el mismo Dios caminaba con ellos.  Ellos podían hacer de todo, con excepción de una cosa. Por eso Dios les dio instrucciones claras de qué muchas cosas podían hacer y que cosa no debían hacer.

La decisión de Adán y Eva nos demuestra lo vulnerable y débil que somos cuando no tenemos en cuenta a Dios a la hora de tomar decisiones.  Nos enfocamos en lo que nos gusta y nos interesa olvidándonos de las sabias instrucciones de Dios.  A veces decidimos no hacer caso a Dios porque sabemos que su voluntad puede ser muy diferente a la nuestra y "después no deja que yo haga lo que quiero". 

Cada decisión que tomamos tiene sus consecuencias, ya sean buenas o sean malas.  Si el ser humano al principio de la creación hubiera permanecido en Dios, obedeciéndole y siguiendo su voluntad, quién sabe si en este momento estuviéramos todavía en el paraíso.  Tomaron una decisión con consecuencias que todavía estamos viviendo.  Pero a pesar de todo eso, Dios continúa con su plan de que tengamos comunión con El.  Con la llegada de Jesucristo al mundo, pudimos nuevamente ser reconciliados con Dios.  Ahora tenemos una misión la cual discutiremos en la segunda parte de esta serie.