viernes, 20 de febrero de 2015

La vida apenas comienza

Hace unos días decidí sacarle provecho a una aplicación de radio por internet y la programé para escuchar música exclusivamente de los años 90.  Por un momento me desconecté de mi presente y me fui en un viaje al pasado.  Estuve recordando momentos específicos de cuando estudiaba en la universidad.  De repente, al terminar de escuchar las diferentes canciones, regresé al presente.

Luego de cierta edad nos podemos volver melancólicos al oir algunas canciones que nos recuerdan parte de nuestra vida de infancia, adolescencia, tiempos de universitarios, entre otros.  Es como transportarse en el tiempo.  Cerramos los ojos y de repente nos encontramos viviendo de nuevo una escena particular de nuestra vida, ya sea positiva o negativa.  Luego comenzamos a ver cómo las cosas han cambiado desde entonces.

Siguen los años y sentimos que la vida se nos está yendo poco a poco y empezamos a pensar en nuestro futuro, nuestro retiro.  ¿Qué vamos a hacer cuando estemos viejos y no tengamos la misma fuerza de ahora?  Unos pierden la esperanza en el futuro y se aferran al presente con la expectativa de vivir la vida intensamente, dentro de su propia definición.  Es ahí cuando pierden el enfoque y comienzan a vivir la vida loca con el concepto equivocado de que "la vida es corta".

Otros tienen la sabiduría de entender que la vida continúa más allá de la muerte física que conocemos.  Bajo este entendimiento no hace sentido aferrarse a esta vida y mucho menos vivir la vida loca como si no hubiera más tiempo para vivir.  Es una nueva visión en la que podemos apreciar que tenemos la oportunidad de vivir en este mundo y disfrutar de todo lo que Dios nos da sin aferrarnos.  Entendemos y sabemos que cuando Dios nos llame a su presencia entraremos en una nueva dimensión donde lo más grande de este mundo no se puede comparar con lo más pequeño en el cielo.

Vivimos con la esperanza de una nueva vida sin más dolor, ni más llanto, ni más pena.  Y sabemos que así será, pues es la promesa que Dios nos ha hecho.  Sólo asegúrate de aceptar a Jesucristo como tu Salvador para que experimentes la paz con Dios.

Ten en cuenta y muy presente que esta vida no lo es todo.  ¿Cuál es tu esperanza? ¿Estás viviendo como si el tiempo se acabara o, por el contrario, vives preparándote para la eternidad?  Si te entregas al Señor te espera un gran futuro junto a El.  De lo contrario, tendrás que enfrentar las consecuencias eternas de no estar con Dios.

Si aún no has conocido a Jesús puedes entrar a pazconDios.net donde tendrás la oportunidad de aceptar a Cristo como tu Salvador y tomar un curso en línea que te ayudará a dar los primeros pasos en el Evangelio.  Si ya eres creyente, este curso también te será útil para fortalecer tu fe.

Muchas bendiciones.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario