jueves, 25 de diciembre de 2014

¡Feliz Navidad!

Mientras el mundo celebra sus "Felices Fiestas" o "Happy Holidays", los cristianos recordamos el nacimiento de nuestro Salvador.  No olvidemos que gracias a Cristo tenemos asegurada la vida eterna.  Hay motivos de sobra para darle gracias a Dios día tras día.

La Biblia dice que Dios no escatimó ni a su propio hijo, sino que lo entregó por todos nosotros (Romanos 8:32).  En Filipenses 2:6-7 también se nos dice que Jesús, "siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz." 

Qué amor tan grande debe sentir Dios por nosotros para darnos a su propio Hijo.  Es de gran significado el hecho de que Jesús haya compartido esta vida con nosotros.  Experimentó las angustias, preocupaciones, tentaciones, etc.  Tenemos a un Salvador que nos entiende y nos consuela a través del Espíritu Santo.

Medita en lo que la Navidad significa para ti.  Seamos agradecidos y cuando alguien nos diga "felices fiestas" respondámosle con amor ¡Feliz Navidad!


Feliz Navidad y que Dios te llene bendiciones.

domingo, 26 de octubre de 2014

Enfrentando el pecado

El siguiente estudio bíblico está basado Juan 8:1-9.

Este pasaje de la mujer adúltera es muy conocido por todos.  Los fariseos llevan a una mujer sorprendida en adulterio a donde estaba Jesús con la intención de utilizar sus mismas palabras para acusarlo.  Jesús muy astutamente dijo "el que de vosotros  esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella."  ¿Qué fue lo que exactamente pudo haber pasado ahí?

Tenemos que tener clara la premisa de que los fariseos querían acusar a Jesús a como de lugar para que lo arrestaran y eventualmente mataran.  Me imagino a los fariseos reunidos, planeando una emboscada a Jesús.  Luego de largas horas de análsis decidieron que uno de ellos iba a estar con la mujer y de repente iban a entrar los demás para así poder decir que sorprendieron a una mujer adulterando y comenzar así su plan.

Cuando los fariseos y escribas trajeron a la mujer ante Jesús le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio y, en la ley, nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres (Juan 8:4-5).  No se nos dice lo que Jesús estaba escribiendo en tierra pero por alguna razón se hace el desentendido.  Tal vez dándole la oportunidad a los fariseos a que pensaran mejor lo que estaban haciendo.  Además, la ley fue mal citada por los fariseos.  Veamos. 

Levítico 20:10 dice: "Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos."

Deuteronomio  22:22 dice: "Si fuere sorprendido alguno acostado con una mujer casada con marido, ambos morirán, el hombre que se acostó con la mujer, y la mujer también; así quitarás el mal de Israel."

En esta situación como que a los escribas y fariseos se "les olvidó" traer también al hombre con quien adulteró la mujer. O...quizás estaba presente.

Jesús no se puso a discutir con nadie, sólo le bastó con enfrentarlos con su propio pecado para que poco a poco se fueran del lugar.  La frase "acusados por su conciencia" que menciona Juan en su relato es muy significativa.  Todos cometemos pecados y los fariseos tenían muy claro eso pero, ¿qué fue lo que hizo que su conciencia los acusara a tal punto?

Me parece que los fariseos cayeron en su propia trampa.  Jesús no se estaba refiriendo al simple hecho de que somos pecadares, Jesús fue más específico con los fariseos.  Me parece que lo que Jesús quiso decir o dijo fue lo siguiente: "el que de ustedes no haya adulterado sea el primero en arrojar la piedra."  La entrelínea fue que si la mujer era apedreada, ellos también deberían ser apedreados. Posiblemente todos los que estaban allí presente habían adulterado pero todos lo mantenían en secreto, aun entre ellos mismos.

De este pasaje se pueden sacar un sinnúmero de enseñanzas.  Una de ellas es que Dios nos conoce y nos enfrenta con nuestro propio pecado con la intención de redargüirnos y de restablecer nuestra relación con El.  Queda de nosotros si actuamos hipócritamente como los fariseos o en humildad como Jesús espera.

sábado, 18 de octubre de 2014

¡Qué días estos!

Como ya discutimos en la reflexión anterior, para caminar conforme a la voluntad de Dios tenemos que vivir en santidad.  Para evitar que el ser humano decidiera cómo llevar este tipo de vida, Dios promulgó una serie de leyes.  Estas leyes nos ayudan a entender cómo deben ser nuestra relación con Dios y con el prójimo para de esta forma llevar una vida agradable a Dios.  Cuando las personas fallan en seguir sus leyes hay resultados devastadores.

La Biblia nos dice que llegarán momentos en que dirán a lo malo bueno y a lo bueno malo (Isaias 5:20).  A través del tiempo las personas han decidido rechazar a Dios e invalidar sus leyes.  Entienden que Dios es anticuado y que se tiene que adaptar a la realidad.  Se olvidan de que la palabra de Dios permanece para siempre (Isaias 40:8).  ¿Desde cuándo el ser humano tiene sabiduría suficiente para decirle a Dios cómo debe actuar si aun la misma sabiduría hay que pedírsela a Dios mismo (Santiago 1:5)?  Vemos cómo las criaturas pretenden darle instrucciones al creador.  Totalmente ilógico.

Sabiendo que estas cosas iban a ocurrir, Dios preparó a su iglesia para que testifique de Jesús proclamando las buenas noticias del Evangelio y viviendo conforme a sus leyes.  De esta forma anunciamos al mundo que Dios es el mismo ayer, hoy y siempre.  Pero el problema es que muchas "iglesias" han caído en la trampa de mezclarse con el mundo y aceptar sus recomendaciones con la idea de "atemperarse a la realidad".  Me parece que esto es una especie de apostasía.

El mundo ha querido aceptar como bueno conductas que, explícitamente, son abominación para Dios y que nos alejan de su presencia, afectando nuestra intimidad con Dios.  Tan es así que los gobiernos han estado aprobando leyes para supuestamente proteger los derechos de las personas que quieren vivir de cierta manera que violentan las leyes de Dios.  Es que la gente no se da cuenta que las leyes de este mundo no están por encima de las leyes de Dios y el querer cambiar sus leyes es un grave pecado.  Se les olvida, además, que en el juicio final seremos juzgados de acuerdo a las leyes de Dios y no a las del mundo.  Los gobiernos tienen la responsabilidad de buscar el bienestar de los ciudadanos y pueden aprobar leyes que cumplan con ese propósito.  Pero no deben, en ninguna manera, violentar las leyes de Dios.

La situación está tan mala que cuando queremos permanecer en los preceptos del Señor se burlan de nosotros y nos llaman fanáticos, intolerantes, anticuados, entre otros peyorativos.  Nosotros no somos mayor que nuestro Señor, si a El lo persiguieron a nosotros también (Juan 13:16).  Pero que bueno que tenemos el poder del Espíritu Santo que nos ayuda a mantenernos firmes.

Hace un tiempo, un grupo de jóvenes decidieron entrar al tren urbano y cantar una canción cristiana.  A raíz de esto surgieron comentarios malintencionados para llevar a la reflexión de que las personas que practican el satanismo también tienen derechos a hacer lo mismo y que no se les diga nada.  Esto a nivel del mundo pudiera verse como una "justicia" pues todos tenemos el "derecho de escoger la religión y al dios que queremos servir."




Aquí el problema es el siguiente.  Hemos hecho de la Verdad una alternativa.  Dios no es una opción, Dios es la realidad misma de nuestra existencia.  Pero no queremos, por miedo o por lo que sea, decirle a la gente que Jesús es el único camino para llegar al Padre (Juan 14:6).  Hemos decidido darle la oportunidad a las personas para que escojan a cuál dios servirle.  Nos estamos condenando a nosotros mismos y estamos condenando a otros (Mateo 23:13).  Si Dios expulsó a Satanás del cielo, ¿por qué tenemos que aceptar el satanismo como una opción? ¿Si Dios nos encomendó a llevar la Verdad, por qué la adulteramos a conveniencia?

Debemos estar firmes en el Señor y poder discernir lo que está bien y lo que está mal.  Ya no se está tolerando el mensaje del Evangelio y la gente se atreve a decir que somos los cristianos los que no toleramos.

A través de la Biblia vemos que Dios no puede ser burlado y tarde o temprano se hará justicia (Galatas 6:7).  Mientras tanto seguimos agarrados del manto de Jesús.  Nuestra recompensa será grande.  Pero debemos entender que la misericordia de Dios sigue vigente y busca que la mayor cantidad de personas acepten el llamado del Evangelio.  Nos queda trabajo por hacer.  Mientras los días se ponen más difíciles podemos tener la seguridad de que nuestra redención está cerca.  No desmayemos y sigamos cumpliendo con la gran comisión.

domingo, 12 de octubre de 2014

Una vida de santidad

¿Quién no ha escuchado alguna vez a alguien decir "sin santidad nadie verá al Señor?  Supongo que la gran mayoría lo ha escuchado.  A mí en particular me parece haberlo escuchado prácticamente toda mi vida.  Este tema surge muy a menudo cuando hablamos sobre la doctrina del arrebatamiento y el levantamiento de la iglesia.  Se nos dice que la iglesia debe ser una santa para poder ser levantada.  ¿Qué dicen las Escrituras?

La Biblia dice: "Seguid la paz con todos, y la santidad sin la cual nadie verá al Señor" (Hebreos 12:14).  Al parecer la santidad es un aspecto muy significativo para la salvación del ser humano.  El autor de Hebreos nos confirma que aún para nuestros tiempos la santidad sigue estando vigente como un requisito ineludible de la salvación.  No basta con que digamos que somos cristianos sino que tenemos que actuar como tal.  Santiago nos llama la atención al decirnos que los demonios también creen (Santiago 2:19).  Satanás cree y sabe muy bien quién es Jesús; tan es así que él mismo decidió tentarlo.  Esto no hace que Satanás sea un cristiano.

En el libro de Levítico se registra en más de una ocasión la santidad de Dios tanto de manera implícita (a través de las leyes) como explícita (Levitico 11:45Levitico 19:2), Este libro nos relata  las consecuencias del pecado haciéndonos ver que la desobediencia nos lleva a la muerte espiritual y que la obediencia trae consigo bendiciones.  Pablo estaba muy consciente de esta realidad y nos recuerda que la paga del pecado es muerte (Romanos 6:23).

Pero, ¿cómo estamos seguros de que estamos caminando en santidad?  Creo que más allá de lo que escuchamos y/o creemos, debemos ver qué dice el mismo Jesús sobre la santidad.  Nos movemos al Evangelio según San Juan 14:1-3.

1 No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.
2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuere, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
3 Y si mi fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.

No me parece que haya una mejor forma de definir la santidad que como lo hizo el mismo Jesús.  ¿Pudieron verlo?  La clave se encuentra en el versículo 3 cuando Jesús dice "os tomaré a mí mismo".  Jesucristo tiene una gran expectativa de que nosotros, como cristianos, podamos llevar el mensaje del Evangelio como si El mismo lo estuviera haciendo.  Tenemos que vivir de tal forma que cuando Jesús nos mire se pueda ver a sí mismo.  El quiere poder manifestarse al mundo a través de nuestras vidas.  No podemos justificar nuestras inacciones diciendo que somos humanos y que jamás podremos imitar a Jesús como debe ser.  Tenemos el poder del Espirítu Santo que nos hace renacer a una nueva vida de poder espiritual que nos permite reflejar a Jesucristo en todo su esplendor.  Tenemos que poner de nuestra parte, tenemos que tener compromiso con el Evangelio y dejar que el Espíritu Santo haga su obra rendentora en nosotros y en la vida de los demás. Esa es la santidad sin la cual nadie podrá ser digno de ver al Señor.

Ahora, los reto a que cerremos los ojos por un momento e imaginemos que estamos en la presencia del Señor Jesús y nos está mirando fijamente a nuestros ojos y a nuestros corazones.  ¿Podríamos decir que nuestra vida es como un espejo que refleja Cristo o, por el contrario, somo un simple cristal transparente que cuando nos mira no ve nada? 

Ciertamente somos humanos y pecamos diariamente.  Pero cada vez que caemos Jesús nos extiende su mano y nos vuelve a limpiar para poder continuar su obra.  Queda de nosotros agarrar la mano de Jesus, levantarnos y continuar a la meta, como dice Pablo en Filipenses 3:13-14.

¡Que el Espíritu Santo nos siga redarguyendo y dirigiendo para poder ser buenos representantes de Jesús y poder vivir una vida santa en victoria!

sábado, 11 de octubre de 2014

¿Por qué hay tantas denominaciones cristianas? Por prensacristiana.org

Lo siguiente es un reportaje publicado originalmente en prensacristiana.org.
Existen muchas diferentes iglesias que se llaman Cristianas Protestantes. Estas divisiones dentro del Cristianismo Protestante se le conocen como “denominaciones,” y tal vez hayas escuchado de algunas, como “Pentecostal,” “Evangelista,” “Bautista,” “Adventista,” etc.
Pero, ¿de dónde salen las denominaciones Protestantes? ¿Por qué hay tantas? ¿Hay alguna que se equivoque?


sábado, 4 de octubre de 2014

jueves, 2 de octubre de 2014

¿Para quiénes son las señales del fin?

La mayoría de los estudiosos de las profecías coinciden en que nos encontramos en los últimos tiempos.  Pero, ¿cómo estar tan seguro de eso?  Es un hecho que cada día que pasa nos acercamos más a nuestra redención.  Sin embargo, me parece que este tema del fin del mundo es un asunto más para las personas cristianas que para los que no comparten el cristianismo.  ¿Cuál es la intención del Evangelio? ¿Traer personas a Cristo o anunciar el fin del mundo?

Hay iglesias que establecen que anunciar el fin del mundo pudiera tocar las emociones de quienes no han aceptado el Evangelio.  Me parece que, generalmente, quienes no han querido aceptar a Cristo por lo que El es no van a aceptarlo bajo otros argumentos.



Las señales del fin del mundo sirven más como una esperanza para todos los que estamos esperando al Señor Jesús.  Para los demás, esto pudiera ser ficción, fanatismo, intimidación, locura, etc.  Somos nosotros los cristianos los que tenemos que tener ese sentido de urgencia y sacar más fuerzas para seguir predicando el verdadero Evangelio.  Si entendemos que el tiempo se acaba tendremos esperanza de que pronto estaremos en Su presencia y tendremos compasión por los demás.  Pero tenemos que saber cómo expresar esa compasión.

De nada sirve ir a la calle a gritarle a todo el mundo que es hora de escapar del juicio de Dios, que tienen que arrepentirse, etc.  Para los ojos de los demás nos estamos haciendo perfectos y acusando a los otros de pecadores.  Muchas veces somos nosotros los que espantamos e impedimos a los demás venir a Cristo por tergiversar el mensaje.  Es por eso que cada vez que un cristiano peca o comete un error es señalado rápidamente.  Y, ¿para qué aceptar el mensaje de alguien que pudiera ser más pecador que yo? Esa es la pregunta de muchos.  Y la culpa la tenemos nosotros mismos por creernos que estamos en una posición privilegiada.  Ciertamente tenemos algo de ventaja por haber aceptado a Cristo en nuestras vidas, pero tenemos que estar claros de dónde vinimos para no caer en la tentación de juzgar a los demás, de manera consciente o inconsciente y “enviarlos al infierno”.

Todos somos pecadores y debemos tener cuidado de cómo señalamos el pecado ajeno.  Más allá de señalar el pecado de otros, debemos mantenernos firmes y buscar la santidad día tras día.

Somos llamados a llevar el mensaje del Evangelio a todo el mundo.  Tenemos que presentarle al mundo la alternativa de la salvación y orar por quienes no quieren aceptar el llamado.  Las señales de los últimos tiempos son para nosotros, no es para darle a nadie por la cabeza con las señales del fin.  Es para que nos demos a nosotros mismos y despertemos.  El tiempo se acaba y tenemos que hacer nuestro trabajo.

sábado, 20 de septiembre de 2014

Dios obra a nuestro favor. ¡Siempre!

La voluntad de Dios para nuestras vidas nunca es mala.  Todo lo contrario, su intención es siempre bendecirnos.  En última instancia, lo que El está buscando es que nos acerquemos a El para poder tener vida en abundancia y llevarnos, de paso, a una vida eterna en su presencia.  Ese es el gran anhelo de Dios, que pasemos la eternidad en completa comunión con El.

Dios no detiene sus planes por el simple hecho de que nosotros le demos la espalda a El o decidamos hacer las cosas a nuestra manera.  Cuando eso ocurre Dios modifica su plan de acción.  Es ahí cuando entra en juego la misericordia de Dios.  Puede parecernos injusta la forma en que Dios nos está moldeando a través de lo que pudiera ser una prueba.  Aunque tengo que aclarar que hay ocasiones en que no son pruebas sino consecuencias de nuestras decisiones.  Pero independientemente lo que sea, son situaciones dolorosas que nos ponen muchas veces a dudar de Dios.  Sin embargo, terminan logrando su propósito: Que caigamos de rodillas ante El y le entreguemos nuestros problemas.

Una vez nos damos cuenta de que no podemos seguir luchando con nuestras fuerzas, debemos entregarle todo, literalmente, a Dios.  Eso significa que tenemos que seguir llevando nuestra vida lo mejor que podamos, pero en lo que tenga que ver directamente con el problema dejar que Dios lo resuelva.  Esto no es ser irresponsable, es ser sabio.  Todos estamos propensos a cometer errores y Dios está muy consciente de eso.  Por eso busca diferentes métodos para que permanezcamos junto a El.  Tenemos que sacarnos de nuestra mente cualquier tipo de solución a nuestro problema porque esto va a causarnos mucha frustaración si vemos que Dios está tomando otro camino muy distinto al que esperábamos.  Ya sabemos que nuestras soluciones nos han hundido más en la desesperación.  Solo queda confiar ciegamente (por fe) en Dios.

Yo sé lo que es tener que dejar mis preocupaciones en manos de Dios.  También entiendo el temor que uno siente de que la voluntad de Dios sea aún más dolorosa que el mismo problema.  Pero al final de todo he podido ver que no hay nada que temer.  Dios nos moldea y nos da su Espíritu Santo que nos derrama su paz que sobrepasa todo entendimiento humano.  Es una paz muy real que se manifiesta de manera muy especial.  Cuando tengo que enfrentar momentos difíciles recuerdo que no ha habido ningún evento que me haya dado lo suficientemente duro para no poder resistirlo con ayuda de Dios.  Eso no quiere decir que no sufra nada, sino que puedo mantenerme en control porque Dios está conmigo.

No quiero terminar sin recordarles que esta vida es temporera.  Cuando miramos la vida eterna que nos espera junto a Dios, nos llenamos de esperanza y podemos seguir caminando hacia esa meta.  ¿Qué son 100 años de dolor al lado de una eternidad de vida junto a Jesús?  Pero en lo que ese momento llega, necesitamos estar rodeados de hermanos y hermanas piadosos que nos ayuden a fortalecernos cuando nos sentimos débiles.  Esa es una de las grandes bendiciones que tenemos cuando nos congregamos en una iglesia cristiana.

Seguimos en victoria, en Cristo Jesús.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Pastor sostiene que cada cristiano debe llevar un arma

Personalmente, no auspicio el tener armas de fuego.  Si este pastor quiere tener un arma de fuego ese es su problema, pero que exhorte a los cristianos a tener un arma me parece algo extraño.  Hay algo que no me cuadra.

Bueno, tal vez quiera darle alguna ayudita a Dios en caso de que su protección falle.


Para ver la noticia en detalle, click the link.

Es simplemente un monstruo

Para propósitos de esta reflexión, un problema inminente es toda situación que por su naturaleza no podemos evitar.  Cada uno de nosotros tenemos que enfrentar ese tipo de situaciones que puede ser muy particular.  No quiero mencionar ningún ejemplo porque lo que para mí pudiera ser un problema inminente para otros pudiera evitarse.  Lo que sí quiero es que piensen en alguna situación que estén enfrentando o estén a punto de enfrentar y entiendan que no pueden evitarla.  A esa situación la vamos a llamar "monstruo".  Ese gran monstruo que se acerca vertiginosamente para hacernos pedazos.

Tarde o temprano vamos a tener que enfrentar a ese monstruo.  Ya sea que decidamos huir o enfrentar al monstruo, como es inminente su llegada, no queda de otra.  Así que resultaría más sabio enfrentar el problema que huirle.  Desde que identificamos al monstruo podemos ponernos en oración y pedirle a Dios que nos dé la fuerza y sabiduría para poder salir victoriosos.  En ningún momento de nuestras vidas, Dios nos deja luchar solos ni solas.  Siempre está presente.  No es una cuestión de sentimientos, pues aunque haya ocasiones que no sintamos a Dios podemos tener la certeza de que no se ha ido de nuestro lado.

No obstante, en muchas ocasiones nos atemorizamos cuando vemos a ese gran monstruo acercándose y pudiera ser que también decidamos orar pero en esta ocasión para que Dios nos saque del problema.  Esto trae una serie de complicaciones emocionales y espirituales.  Ninguno de nosotros desea atravesar situaciones difíciles.  Si algo he aprendido es que se siente más frustración tratando de escapar de un problema inminente que enfrentándolo de una vez.  La verdad es que cuando estamos dentro del problema podemos experimentar la paz de Dios; pero cuando huímos lo que experimentamos es ese sentimiento de miedo que no viene para nada de Dios.  Y es que resulta que mientras más huímos de nuestra realidad, más nos apartamos de la voluntad de Dios y las consecuencias de esto no son muy buenas.  Ciertamente hay problemas que pueden evitarse pero no son los que estamos hablando en esta reflexión.

El hecho de huirle a los problemas resulta siempre en algo negativo.  Veamos las etapas que experimentamos cuando decidimos huir.
  1. El diablo siempre va a tratar de llenarnos de miedo, por lo que va a lograr que nos paralicemos y no podamos ver el problema de manera objetiva.  Todo monstruo tiene un punto débil pero el miedo no nos permite identificarlo.
  2. Nuestras fuerzas se enfocarán en buscar la manera de evitar lo inevitable por lo que experimentaremos cansancio físico y espiritual.
  3. Comenzamos a pedirle a Dios desesperadamente que no permita que el monstruo llegue y tratamos de manipular a Dios haciendo uso de la fe y diciendo que "el monstruo ya se fue" sin aún haber llegado.  Deseo hacer un paréntesis en este punto y aclarar el hecho de que tener fe no significa que Dios tiene la obligación de cambiar los planes que ya tiene en nuestra vida.  Si es necesario que enfrentemos al monstruo lo vamos a enfrentar aun cuando tengamos fe.  La fe no es un instrumento de manipulación, pero eso ya es otro tema.
  4. Cuando el monstruo está a punto de llegar entramos en una etapa de ansiedad y depresión y la fe se debilita a tal grado que comenzamos a ver a Dios como un titiritero que quiere por alguna razón meternos en problemas.
  5. Cuando al fin el problema llega ya no tenemos fuerzas y nos sentimos totalmente frustrados. Recibimos todo el impacto del monstruo pero ya estamos en un estado de tanta debilidad que nos caemos fácilmente.
  6. Nos sentimos decepcionados de Dios porque aun teniendo poder para librarnos no hizo nada.  Posiblemente comenzamos a tirar cosas y a desafiar a Dios.  Nos olvidamos que tenemos un monstruo que vencer y nos enfocamos en hacernos las víctimas y culpar a Dios de todos nuestros problemas.
  7. Cuando nos damos cuenta que no podemos luchar contra Dios nos resignamos.  Le decimos que haga lo que quiera.  Aquí la actitud es una de rencor a Dios (por decirlo así).  Volvemos a sentir que no somos más que muñecos y que Dios se goza de nuestras desgracias.
  8. El monstruo ya se ha ido.  Nos levantamos y nos damos cuenta de que sobrevivimos.  El monstruo rugió y nos asustó pero no acabó con nosotros.  Es ahí cuando nos damos cuenta de que Dios sí tuvo cuidado de nosotros.
  9. Entramos en la etapa de arrepentimiento y le pedimos a Dios perdón por no haber confiado en El pero haciendo la siguiente declaración: "Si hubiera sabido que iba a salir victorioso hubiera enfrentado al monstruo desde un principio.  Pero es que Dios no me dijo."
  10. Cuando viene el próximo monstruo nos olvidamos de la experiencia previa del poder de Dios y repetimos nuevamente los pasos anteriores asegurándo que "este problema es más grande que todos los anteriores.  Este sí me va a destruir."
Es por eso que perdemos tantas fuerzas y nos frustramos cada vez que decidimos huir de un problema.  Jesús experimentó la llegada de ese monstruo (la muerte en la cruz).  Aun cuando Jesús no quería morir se levantó, enfrentó al monstruo y triunfó.  Dios le dio paz y lo fortaleció.  Esa misma paz y fortaleza están a nuestra disposición.  Tenemos que tener fe, pero una fe que declare que Dios está obrando en medio de nuestra crisis.  No una fe que niegue la realidad del problema sino que reconozca que Dios es más grande que cualquier monstruo.

Si estás experimentando una situación que parezca que no tiene solución, recuerda que Dios siempre te ha ayudado y esta no será la excepción.  Si no asistes a ninguna iglesia tal vez sea hora de que lo vayas considerando.  Demuestra tu fe separando tiempo para Dios.  No te sientas solo ni sola.  Constantemente estoy enfrentando monstruos pero Dios no deja de sorprenderme.  Los monstruos gritan y asustan.  Si corres se te van detrás pero cuando los miras fijamente son ellos los que huyen.

sábado, 30 de agosto de 2014

Científico pierde su empleo por ser cristiano

La misma ciencia confirma la creación.  La teoría darwnista sigue perdiendo fuerza. 

Presiona el link para ver la noticia completa.

Científico pierde su empleo por ser cristiano

En tus manos encomiendo...

Si te sientes frustrado con Dios, es muy probable que hayas estado esperando una respuesta muy particular de parte de El que nunca llegó.  Cuando esto ocurre debemos analizar cómo fue nuestra oración ante El y con qué propósito.  Si oramos para darle instrucciones a Dios de lo que debe hacer estamos perdiendo el tiempo.  ¿Qué nos puede hacer pensar que sabemos más que El?  Si nosotros mismos no pudimos resolver un problema no tiene sentido que le digamos a Dios cómo debe resolverlo.  Si fuésemos tan sabios no tendríamos que pedirle nada a Dios.

Cuando nos acercamos a Dios debemos hacerlo con la seguridad de que El sabe lo que necesitamos.  También debemos hacerlo con humildad reconociendo nuestras debilidades y aceptando el consejo del Espíritu Santo para poder seguir la voluntad de Dios.  Nadie dice que es fácil seguir a Dios.  Hay muchos retos y murallas que debemos ir derribando según vamos avanzando en el camino de Dios.  Precisamente para eso está el Espíritu Santo, para ayudarnos a alinear nuestra voluntad con la de Dios, pero debemos dejar que las cosas fluyan a su ritmo.  La carne, la sociedad y el diablo ejercen presión para que pensemos que nosotros mismo podemos resolver nuestros problemas.  Y si tuviéramos que pedirle algo a Dios que sea lo que yo quiero y como lo quiero.  Demás está decir que el propósito de esta estrategia es que dudemos cada día más de Dios.

Todo esto comienza con un mal concepto de Dios.  Desde pequeños nos han enseñado que cuando tengamos un problema oremos para que Dios lo resuelva.  Pero con el tiempo nos damos cuenta de que no necesariamente Dios responde nuestras oraciones como esperamos.  Dios siempre nos ha ayudado a lo largo de nuestras vidas.  Si no lo crees, examina tu pasado y mira cómo has podido sobrellevar tantas situaciones que en un momento dado pensabas que no ibas a poder.  Aquí el asunto es que tenemos que tener claro que nosotros somos parte de la creación de Dios y, como tal, no podemos ser más grandes que el Creador.  El sabe las necesidades que estamos enfrentando y está dispuesto a ayudarnos y a darnos provisión.

Pidámosle a Dios con humildad y si no entendemos por qué Dios esta permitiendo algo, oremos al Espíritu Santo para que nos fortalezca.  No tratemos de entender las razones por las que Dios hace las cosas, tratemos de aceptar que todo lo que Dios hace es bueno.

Recomiendo el siguiente link para más detalles:

Hace muchos años una maestra nos enseñó la siguiente oración que comparto para que la hagan suya.

"Padre, en tus manos encomiendo mi cuerpo, mi alma y mi espíritu.  Hágase en mí tu voluntad y no la mía en todas las horas del dia y de la noche. Amén".

domingo, 24 de agosto de 2014

Experimento de racismo

Solo vean este video.  Es sorprendente como los niños se ven así mismo tan solo por el color de piel.  Queda en evidencia que el racismo no tiene sentido.


sábado, 23 de agosto de 2014

Un mensaje más efectivo

Cuando decidí aceptar al Señor, lo hice convencido de que estaba tomando la decisión correcta.  No fue el ir al infierno lo que me hizo tomar tan importante decisión sino que entendí el significado de la muerte de Jesús y lo que logró con eso.  Pude sentir que debí haber sido yo quien debió haber muerto, pero el amor de Dios que trasciende todo me salvó de esa condenación.

La Biblia no dice las consecuencias que hay por no creer en el infierno pero sí por no aceptar a Cristo como Salvador y Señor.  Ciertamente creo en la existencia del infierno, pero me parece que se alcanza más vidas testificando a través de nuestra vida, evitando juicios contra los que no piensan como uno, sembrando la semilla del evangelio en el corazón de las personas y orando para que el Espíritu Santo haga germinar esa semilla.

Como cristianos es bueno y necesario conocer las verdades de la Biblia, incluyendo la existencia del infierno.  Pero, ¿qué salva al ser humano? ¿Creer en el infierno o aceptar a Jesús como Salvador y Señor?  Permítanme aclarar algo antes de que digan que el que cree en Jesús tiene que creer en el infierno.  Dios mira el corazón de las personas.  El sabe quién lo busca de corazón y, no se preocupen, Dios hará lo necesario para ajustar la vida y el pensamiento de las personas conforme a su voluntad.

Como hacer una cruz de papel

A continuación un video demostrativo de un niño explicando cómo hacer una cruz de papel.

Materiales:
1. Papel
2. Tijera

Dios les bendiga.



viernes, 22 de agosto de 2014

Anímate

¿Te sientes desanimado(a) en este día?  Recuerda que el Espíritu Santo está obrando a tu favor.  Tenemos muchas razones para mirar al cielo y dar gracias a Dios.  La vida en esta tierra es temporera, sacúdete y levántate.

Estás viviendo un nuevo día en el cual puedes dar testimonio de las cosas buenas que están sucediendo en tu vida.  No tenemos que decir ni una palabra para dar testimonio.  El simple hecho de tener la convicción de que el Espíritu Santo mora dentro de nosotros, nos hará reflejar el mundo que Dios es real.

Por más difícil que parezcan las circunstancias, el amor y la gracia de Dios nos cubre para que podamos sobrellevar nuestras cargas.  No te desanimes de lo que el mundo nos haga.  Nuestra redención se acerca.

Esforcémonos y seamos valientes.

miércoles, 20 de agosto de 2014

El propósito de Dios...Tercera Parte (Hacia dónde vamos)

Cuando pensamos en irnos de viaje comenzamos los preparativos con varios dias, semanas o meses de anticipación.  Una de las principales tareas que hacemos es preparar nuestro itinerario, pues queremos aprovechar bien el tiempo.  A lo largo del camino puede que el itinerario se vea afectado y haya que cambiar de planes.  Pero el propósito principal, que es el de disfrutar, lo tenemos bien en mente.  

¿Sabías que estamos a punto de irnos de viaje? A diferencia de un viaje de vacaciones en el cual salimos y luego regresamos, en este viaje no habrá vuelta atras.  Es nuestra decisión escoger el lugar en donde estaremos eternamente.  Quienes deseamos estar con Dios eternamente tenemos que empezar a hacer los preparativos.

Todo comienza cuando aceptamos a Cristo como nuestro Salvador personal.  Nuestros pecados son perdonados y nuestros nombres escritos en el libro de la vida.  Ahora que hemos dado ese paso y recibido tan alegre noticia, nos toca compartirla.  La forma de hacerlo y el itinerario lo prepara Dios, nosotros somos sus instrumentos.  Una vez terminada nuestra misión aquí en la Tierra, nos veremos cara a cara con Jesús y seremos recompensados por lo que hicimos. Ya el período de transición ha pasado.  Bienvenidos a la vida eterna.  Una vida sin más dolor, ni mas llanto, ni pena.  Y lo mejor de todo es que estaremos para siempre ahí.  Ahora que podemos ver con claridad el resultado de nuestro sacrificio ¿Qué son 100 años comparado con una vida eterna de gozo y paz junto al Señor.  ¿Verdad que ahora tiene sentido todo lo que hacen los misioneros, todo el esfuerzo de las distintas iglesias cristianas buscando incansablemente que otros conozcan a Cristo?  Sí, todo tiene mucho sentido.  Hay una razón de ser detrás de todo este asunto.  Seamos parte del esfuerzo que está haciendo Dios a través de la iglesia para que todos podamos estar unidos como una gran familia en la casa del Padre.

Cuando tenemos claro hacia dónde vamos nuestra esperanza se mantiene firme y nuestro deseo de evangelizar aumenta.  Dejamos de pensar tanto en las cosas terrenales y comenzamos a mirar a Dios pues sabemos que todo lo que tenemos en esta vida es pasajero.

Nosotros que hemos conocido a Cristo tenemos la responsabilidad de seguir su voluntad.  La vida tiene muchas cosas de las cuales podemos disfrutar mientras estamos aquí.  Pero es importante tener nuestras prioridades en orden.  Tenemos familia, trabajo y necesitamos tiempo de ocio y distracción pero no olvidemos nuestra meta principal: obedecer a Dios y cumplir con la gran comisión.

Ahora que sabes de dónde vienes, en dónde estás y hacia dónde vas...¿Cuál es tu decisión?

jueves, 14 de agosto de 2014

El propósito de Dios...Segunda Parte (Dónde estamos)

Luego de la caída del ser humano, la comunión perfecta con Dios se perdió.  Dios tuvo que echar fuera del paraíso a Adán y a Eva y tuvieron que enfrentar todas las consecuencias.  Sin embargo, a lo largo de toda la Escritura podemos ver cómo Dios sigue buscando restablecer la comunión con las personas, con nosotros.  Había un plan preparado para volver a traer de vuelta al ser humano.  Tan es así que Jesús fue enviado para reconciliarnos con Dios dando su propia vida y echando sobre El el pecado que debimos haber pagado nosotros.  De más está decir que lo logró exitosamente.

Ahora nos encontramos en un período de transición.  Jesús nos reconcilió con el Padre y ahora nosotros tenemos la responsabilidad de llevar la buena noticia y traer a más personas a los pies de Jesús.  Es por eso que vemos tantas personas comprometidas dejando atrás sus intereses personales y dedicando su vida al Evangelio.  Su misión especial es impactar la vida de las personas informándoles de las nuevas noticias de la salvación.  Se espera que de igual forma nosotros impactemos la vida de otros.  Vemos tantos misioneros que dejan sus comodidades.  Se nos hace difícil imaginarnos haciendo lo mismo porque aún no hemos internalizado hacia dónde vamos luego de esta vida.  

Aunque no somos de este mundo, aquí vivimos y tenemos que aprender a vivir adecuadamente.  Dedicar nuestra vida a Dios no significa que estaremos enajenados de todo lo que el mundo puede ofrecer.  El Espíritu Santo nos capacita para que discernamos lo que podemos hacer y lo que no debemos hacer.  A través de nuestro testimonio podemos impactar vidas aun cuando estemos envuelto en alguna actividad secular.  El asunto es que debemos tener cuidado de que el mundo no nos entretenga.

Ese entretenimiento no es lo que hacemos para distraer nuestras mentes en ciertos momentos.  Me refiero a todo aquello que nos puede acaparar y entretener de tal forma que los asuntos de Dios no tienen lugar en nuestras vidas.  Ejemplos: a) Alguien que invierte más tiempo en el trabajo que en la familia con la excusa de que es por ellos que trabaja tanto; b) personas que comparten demasiado con la amistades que nos quitan el tiempo para ir a la iglesia; c) personas que van a la iglesia con el único propósito de hacer relaciones públicas; d) cuando sustituímos el tiempo que debemos dedicarle a Dios en otras cosas y no vemos nada malo en ello, etc.

Hay que tener nuestras prioridades en orden.  ¿Es posible poder mirar a Dios y renunciar a nuestros intereses personales? ¿Tiene eso sentido?  ¿Es la vida tan corta que tenemos que aprovechar el tiempo al máximo? ¿En verdad podemos disfrutar aquí en la Tierra? Todas esas preguntas tienen respuestas afirmativas pero para poder hacer eso tenemos que tener claro que estamos en un período en que nuestra responsabilidad es ser instrumento de Dios para traer almas a Cristo.  Fuimos salvados por El y no podemos quedarnos con la salvación para nosotros solamente.  Hay que compartirla.  Nuestro comportamiento natural cuando recibimos una buena noticia es compartirla con alguien.  Si no hemos dado el paso de compartir lo que Dios ha hecho con nosotros, tal vez sea que aún no comprendemos el resultado glorioso de la muerte y resurreción de Jesús.

Tal vez has pensado que perderíamos el tiempo si dedicamos toda nuestra vida a Dios.  Piensas en todos los sacrificios que tendríamos que hacer y que llegaremos a viejos y viejas sin haber disfrutado y aprovechado todo lo bueno que hay en la Tierra.  Humanamente es normal pensar así.  Todo este dilema se soluciona cuando tenemos claro hacia dónde vamos.

En la tercera y última parte de esta serie analizamos lo que nos espera más allá de esta vida.

Dios protege a Israel

¿Estará Dios protegiendo a Israel como en los tiempos del Antiguo Testamento?

“La mano de Dios desvió un misil hacia el mar”, cuando el Domo de Hierro falló dice funcionario israelí (click para ver noticia)

jueves, 7 de agosto de 2014

El propósito de Dios...Primera Parte (De dónde venimos)

¿Se te ha hecho difícil entender cuál es la voluntad de Dios en tu vida?  Ciertamente Dios tiene muchos planes en la vida de cada uno de nosotros pero hay uno en común que nos aplica a todos.  Es nuestro deber reconocer ese propósito y entenderlo para así poder vivir una vida en abundancia, alcanzando nuestras metas personales sin dejar de llevar a cabo el propósito de Dios.  De esta forma tendremos una mejor visión que nos ayudará a confiar más en Dios y fortalecer nuestra fe.

El propósito de esta serie de tres reflexiones es que podamos entender lo que Dios espera de cada uno de nosotros y comenzar a vivir una vida consagrada a Dios y restablecer la comunión que El tanto anhela tener con nosotros.  Para ello, debemos tener claro tres cosas: de dónde venimos, dónde estamos y hacia dónde vamos.  

El propósito de Dios...Primera Parte (De dónde venimos)
Para entender de dónde venimos tenemos que remontarnos al tiempo de la creación.  Dios tuvo la idea de crear al ser humano a su imagen y semejanza.  ¿Por qué? El propósito de Dios para esto era y es tener una comunión directa con el ser humano, relacionarse directamente con nosotros, proveernos todo lo que necesitamos y que vivamos en paz y gozo por los siglos de los siglos.  

A pesar de todo lo bueno que Adán y Eva tenían, se dejaron seducir por la serpiente y desobedecieron a Dios.  Esto trajo unas consecuencias en aquel tiempo que aún estamos enfrentando.  Con la llegada del pecado al corazón humano, la comunión con Dios se perdió y, como Dios es santo, tuvo que tomar la decisión de echarnos fuera del paraíso.

Aunque la Biblia no lo menciona, estoy seguro de que Dios le tuvo que haber advertido tanto a Adán como a Eva que tuvieran cuidado con la serpiente.  Esta es una mera especulación de mi parte.  Puede que no le haya advertido, pero de seguro ambos estaban bien equipados para hacerle frente a cualquier tentación.  Existe la controversia de quién fue el más que pecó, si Eva porque se dejó convencer de la serpiente y llevó al "pobre" Adán a comer del fruto prohibido o Adán que no tuvo el valor de enfrentar a Eva como se suponía.  Pero eso es harina de otro costal.  Aquí lo que importa es que ambos pecaron contra Dios a sabiendas, como todos nosotros.

¿Hizo Dios a la primera pareja débil para que cayera en maldad y expulsarlos del paraíso?  Dios no le puso una trampa a Eva ni ella fue la carnada para que Adán pecara.  Todo lo contrario,  Dios sabía muy bien que estaba la serpiente esperando la oportunidad de tentar y engañar tanto a Adán como a Eva.

Cuando Dios creó al ser humano ya todo el resto de la creación existía.  A ellos no les faltaba nada y hasta el mismo Dios caminaba con ellos.  Ellos podían hacer de todo, con excepción de una cosa. Por eso Dios les dio instrucciones claras de qué muchas cosas podían hacer y que cosa no debían hacer.

La decisión de Adán y Eva nos demuestra lo vulnerable y débil que somos cuando no tenemos en cuenta a Dios a la hora de tomar decisiones.  Nos enfocamos en lo que nos gusta y nos interesa olvidándonos de las sabias instrucciones de Dios.  A veces decidimos no hacer caso a Dios porque sabemos que su voluntad puede ser muy diferente a la nuestra y "después no deja que yo haga lo que quiero". 

Cada decisión que tomamos tiene sus consecuencias, ya sean buenas o sean malas.  Si el ser humano al principio de la creación hubiera permanecido en Dios, obedeciéndole y siguiendo su voluntad, quién sabe si en este momento estuviéramos todavía en el paraíso.  Tomaron una decisión con consecuencias que todavía estamos viviendo.  Pero a pesar de todo eso, Dios continúa con su plan de que tengamos comunión con El.  Con la llegada de Jesucristo al mundo, pudimos nuevamente ser reconciliados con Dios.  Ahora tenemos una misión la cual discutiremos en la segunda parte de esta serie.

miércoles, 30 de julio de 2014

A mal tiempo...¿Qué cara?

¿Cuántas veces hemos experimentado situaciones y sentimientos que nos hacen sentir desesperanzados?  Por ejemplo, no tener un trabajo donde nos valoren, que nadie nos tome en cuenta, sentir que todo nos sale mal, que no somos inteligente, la enfermedad y/o muerte de un ser querido, etc.  Son situaciones que mientras más nos lamentamos más nos enredamos en ese sentimiento depresivo y más dificil es salir de eso.  Se complica más la cosa cuando comenzamos a cuestionarle a Dios.  Como creyentes tenemos varias herramientas para luchar y sobreponernos de estas situaciones que nos hacen sentir derrotados.

Contar las bendiciones nos hace entender que tenemos muchas cosas por las cuales ser agradecidos, especialmente de Dios.  Este es el primer paso para nuestra recuperación.  Vamos a darnos cuenta de que tenemos muchas cosas por las cuales luchar y no darnos por vencidos.  Pero no debemos limitarnos a contar nuestras bendiciones porque podemos caer en la trampa de cuestionar más a Dios.  ¿Cómo es eso? Por lo general, cuando contamos las bendiciones comenzamos recordando desde lo primero o más viejo hasta que nos acercamos poco a poco a la situación actual.  Cuando llegamos al presente pudieramos “chocar con la realidad” y cuestionarle a Dios nuevamente por qué me estás haciendo eso o por qué lo permites.

Para contrarrestar esta situación tenemos que hacer otro ejercicio: pensar en las situaciones difíciles pasadas y ver cómo se fueron superando.  Con esto veremos que Dios nos ha estado ayudando a lo largo de toda nuestra vida.  Logramos ver que los problemas siempre han tenido una solución y que el de ahora no será la excepción.  Aunque siempre el problema de hoy pudiera sentirse peor que el de ayer, haciendo este ejercicio pudiéramos encontrar alguno cuya magnitud se pueda comparar con el actual.

Otra herramienta que tenemos es al Espíritu Santo morando en nuestras vidas.  Como creyentes sabemos que cuando aceptamos a Jesucristo el Espíritu Santo viene a morar en nosotros y comenzamos a dar frutos (Para mayor detalle de los frutos del Espiritu se pueden referir a http://www.puertoricoensusmanos.blogspot.com/2013/12/el-fruto-del-espiritu.html.  El Espíritu nos va a ayudar a mantener la mirada fija en Dios y poder caminar con confianza y fortaleza.  Cuando nos desviemos también nos lo dejará saber para que nos arrepintamos y volvamos al camino.

Todo esto es teoría.  La práctica nos toca a nosotros.  Para ello debemos tener una actitud adecuada, tomar una decisión categórica de que no queremos estar más agobiados, no queremos más depresión en nuestras vidas, querer disfrutar de la vida en abundancia que Jesús nos ofrece.

La situación es que en términos generales y por alguna razón que yo no entiendo, todos queremos estar peor que los demás.  No importa lo que alguien nos cuente, nosotros tenemos una historia peor: “Eso no es nada, lo que me pasó a mi fue…”, “sí, pero por lo menos tú tienes a alguien que te ayuda…”.  Sabemos que es así.  Debemos comenzar a quitar estos pensamientos de lamentaciones de nuestras vidas y nuestros espíritus.  Si no lo hacemos, nuestra actitud no ayudará mucho a superar el problema.  Pudiera parecer difícil pero te aseguro que podemos.  Lo que sucede es que a veces sentimos que si cambiamos nuestra actitud estamos resignándonos.  También puede que nos guste sentirnos sufridos y ser víctimas de las circunstancias.  Así lo que lograremos es hundirnos más.

Si sigues convencido de que es imposible cambiar la actitud piensa en alguna ocasión en que hayas estado envuelto en alguna discusión fuerte con algún amigo, hijo u otro familiar.  De repente suena el teléfono y antes de contestar, respiras hondo, te sacudes un poco y contestas con un agradable “Hello, ah, muy bien y tú? ¡Qué bueno que llamaste…!”  Y aquí no ha pasado nada.  Otro caso puede ser cuando estás sola llorando por algún problema y alguien te llama.  Inmediatamente te levantas, te lavas la cara, te miras en el espejo, esperas a que los ojos pierden el rojizo delatador y sales con tu mejor cara.  Y aquí tampoco ha pasado nada.

Tenemos la capacidad de sacudirnos ante el problema y dar nuestra mejor cara.  En adición, tenemos al Espíritu Santo morando en nosotros quien nos va a fortalecer y capacitar para enfrentar las situaciones.  También tenemos nuestros recuerdos de las veces que hemos salido airosos de un problema y el recuento de todas las bendiciones que tenemos.

No hay razón para estar deprimido.  Jesús murió por nosotros y nos regaló la vida eterna.  Creo que podemos aguantar 100 años aquí en la Tierra.  La eternidad con Cristo nos espera y, al fin, ya no habrá más llanto, ni más tristeza, ni más dolor.  Razón suficiente para levantarnos.

Dios nos bendiga.

domingo, 27 de julio de 2014

La generación ‘millennial’ le dice no al matrimonio, revela estudio

La gente no se quiere casar y no es precisamente porque tengan voto de castidad.  Han dejado de creer en los principios de Dios y buscan la justificación perfecta para hacerlo.  El compromiso del matrimonio se hace con Dios.  ¿Será ese el problema?  Es más fácil romper una relación sin estar casado que pasar por el proceso de divorcio.  Entonces, ¿cuál resulta ser la motivación real para tener una relación?

Haz click abajo para ver la noticia.

La generación ‘millennial’ le dice no al matrimonio, revela estudio




lunes, 21 de julio de 2014

Los judíos...esperando al Mesías

Los hermanos judíos todavía están esperando al Mesías.  Llegará el día en que toda rodilla se doble y reconozcan que Jesús es el Señor.

A continuación una interesante conversación entre un pastor y un judío. Sigamos orando por los judíos e Israel.


domingo, 20 de julio de 2014

Cuestionemos menos...confiemos más

Son muchas las ocasiones en que nos cuestionamos dónde está Dios.  ¡Qué mucho nos entristecemos al hacernos este tipo de pregunta.  La mayoria de las veces la pregunta surge cuando nos indignamos por algo injusto que ocurre y/o cuando algo dificil (o trágico) toca nuestra vida.  Es ahí cuando nuestra fe comienza a ser probada y sacudida.

Como humanos es muy normal que nos surjan dudas en cuanto al obrar de Dios.  De hecho, El no espera que entendamos lo que está haciendo en nuestras vidas.  Lo único que pide es que sigamos confiando en que El está haciendo lo mejor para nosotros.  No es a una resignación a lo que te estoy invitando, es que humanamente no hay forma de poder entender el pensamiento infinito de Dios.  Si intentamos entender a Dios vamos a seguir frustrándonos, dudando y rebelándonos contra El.

Hay veces que las preguntas no son muy convenientes.  Cuestionar a Dios por algo que pasó lo único que pudiera causar es debilidad en nuestro espíritu.  Sin embargo, podemos meditar en nuestro pasado y darnos cuenta de que si estamos aquí es por la gracia y misericordia de Dios.  Me pasa en un sinnúmero de veces que me pregunto cómo he llegado a donde estoy si no tenía los recursos, el conocimiento, etc.  Me convenzo cada día de la presencia de Dios cuando medito en mi pasado.  Esto fortalece mi presente y puedo caminar con la frente en alto sabiendo que el mismo Dios que me ha traído hasta aquí, que me ha rescatado del enemigo, que me ha prosperado, es el mismo Dios que hoy está a mi lado.

Cuando las preguntas y dudas lleguen a tu vida por algo que estés pasando, recuerda que estás viviendo un evento más que luego podrás incluir en tu lista de las cosas que has podido vencer y no sabes cómo.  Soportemos un poco más. Ya pronto el Señor vendrá por los suyos y no habrá más llantos, ni más tristeza, ni más dolor.

Dios te bendiga.


Jesús está en todas partes

A veces sentimos que el mal está acaparando el mundo y nos preguntamos constantemente dónde está Dios.  Les comparto el siguiente video.  Jesús está más cerca de lo que te imaginas.  Dios te bendiga.



sábado, 31 de mayo de 2014

¡Quién mejor que tú!

Mujer, hemos podido ver en la historia lo mucho que has tenido que luchar para que se te hagan valer los derechos.  Has luchado incansablemente por eso y ya se están viendo los resultados.  Tienes la gran virtud de soportar las cargas de los demás, sabes ser madre y padre al mismo tiempo.  Sabes cómo luchar firme por lo que crees.  Eres admirable y tu aportación en el mundo es única.  De luchar por los derechos tú sí sabes.

Es por eso que recurrimos a ti para que nos ayudes a luchar por los nuestros.  Las leyes no nos quieren reconocer pero, al igual que tú, sabemos que tenemos derechos.  En tus manos quedamos.

Sinceramente,

Niños y niñas a punto nacer


jueves, 29 de mayo de 2014

¿Es posible tener control de las finanzas del hogar?

Puerto Rico en Sus Manos desea contribuir con algunos consejos útiles para ayudar a las familias a que tengan control de sus finanzas.  Ahora más que nunca debemos saber manejar el dinero que recibimos para poder cumplir responsablemente con nuestras obligaciones.  

El tema de las finanzas es uno árido.  Por eso queremos ayudarte a dar los primeros pasos para que comiences a tener control.  Espero les ayude.  Dios les bendiga.

La contestación a la pregunta del título de este taller es sencilla: Sí.  Lo que puede ser un poco difícil es tener la disciplina de comenzar y continuar con un proceso que requiere mucho sacrificio y dedicación.

A continuación comparto algunos pasos esenciales para ayudarte a controlar tus finanzas.

Primer Paso: Determinar el ingresos neto mensual
Es necesario determinar el ingreso neto mensual; es decir, cuánto recibes mensualmente luego de todas las deducciones (impuestos, seguro social, etc.).  Si recibes ingresos semanales, bisemanales o quincenales debes convertirlos a ingresos neto mensuales de la siguiente manera:
  • Semanal: Ingreso Neto Semanal x 52 semanas = Ingreso Neto Anual                       Ingreso Neto Anual / 12 meses = Ingreso Neto Mensual
  • Bisemanal: Ingreso Neto Bi-semanal x 26 bi-semanas = Ingreso Neto Anual         Ingreso Neto Anual / 12 meses = Ingreso Neto Mensual
  • Quincenal: Ingreso Neto Quincenal x 2 quincenas al mes = Ingreso Neto Anual

Segundo Paso: Determinar las deudas mensuales
Para este paso sólo vamos a considerar las deudas fijas (aquellas que mensualmente nos llega una factura) y las que nos afectan nuestro crédito: Hipotecas, autos, utilidades, préstamos, tarjetas de crédito, colegios, etc.  Estas son deudas que tenemos que pagar porque de lo contrario tendremos un efecto adverso (afecta el credito, nos quitan la propiedad, nos cortan la luz, etc.)

No estaremos considerando gastos de la compra, gasolinas, gastos de emergencias, etc.  Para estos efectos, estos son gastos que pudieran controlarse y/o modificarse.

Tercer Paso: Determinar si los ingresos son suficientes
Ingreso neto mensual – deudas mensuales = Sobrante

Si el sobrante es positivo significa que tienes ingresos para poder pagar tus deudas mensuales.  Si es negativo significa que tienes más deudas que ingresos y es necesario analizar algunas opciones.

Si resulta que tienes dinero pero aún así no logras cumplir con tus obligaciones, debes analizar si debes hacer algún tipo de recorte en tus gastos variables.  A continuación te ofrezco algunos gastos que puedes considerar a la hora de hacer recortes:
  • Compra mensual
  • Agua, luz, teléfono, cable tv
  • Gasolina
  • Entretenimientos

·      Un factor que pudiera estar afectando tus finanzas es el hecho de que cuando recibes tu primer cheque del mes aún no te han llegado las facturas y terminas usando tu dinero en otras cosas.  Cuando por fin te llega la factura te encuentras que no tienes dinero suficiente.  Aquí comienza la disciplina.

Te sugiero lo siguiente:
  1.  Haz un listado de todas las deudas mensuales que consideraste para el cálculo del ingreso neto mensual y escribe la fecha de vencimiento y la cantidad promedio que pagas.
  2. Estar pendiente de cuáles son las facturas que tienes que pagar entre una nómina y la otra.  De esta manera puedes prevenir y separar el dinero o parte del mismo para pagar la deuda.
  3. Transferir a tu cuenta de ahorros el dinero que determinaste que vas a necesitar para pagar las deudas.  De esta manera evitas la tentación de usarlo.

La forma en que decidas llevar el análisis es muy personal y depende de la forma en que mejor se te haga.  Próximamente estaremos trabajando para proveerles algún modelo que les sirva de base para comenzar sus análisis financieros.

Espero que se animen y comiencen a tener control de sus finanzas.

Dios les bendiga.